Preparación en busca de clasificar para los Juegos Olímpicos.
Los deportistas clasificados para los Juegos Olímpicos de Tokio o con proyección para lograr esa clasificación fueron autorizados para volver a la actividad con bastante antelación con respecto a otros deportistas amateurs o federados.
Uno de esos casos es el del beach volley, que tras 85 días fuera de la arena, retomó las prácticas. La rama femenina tiene su epicentro en Mar del Plata, aunque sin todas sus integrantes, en tanto la masculina se divide en diferentes lugares del país.
El entrenador marplatense Pablo Del Coto comanda las prácticas en el balneario San Sebastián, un punto estratégico en La Perla, con todas las comodidades para trabajar en las mejores condiciones, más allá de algún ocasional inconveniente climático propio del crudo invierno local.
A sus órdenes están la entrerriana Ana Gallay, la sanjuanina Fernanda Pereyra y la marplatense Cecilia Peralta. De todas maneras, todas “juegan” de local, ya que las dos primeras están radicadas en esta ciudad. Gallay, desde hace 8 años, y Pereyra, desde hace poco más de dos.
Las otras dos integrantes del equipo, la santafesina Virginia Zonta y la platense Brenda Churín, permanecen en sus ciudades de origen, ya que prefirieron quedarse cerca de sus respectivas familias, aunque son monitoreadas permamentente por el cuerpo técnico.
A unas tres semanas de haber retornado a la acción, Del Coto ofreció un panorama de la actualidad en diálogo con LA CAPITAL:
-¿Cómo ha sido este reencuentro con la arena después de tantos días?
-Las chicas volvieron bastante bien. Físicamente se habían mantenido en forma con los trabajos en sus casas y están respondiendo con bajo índice de cansancio en los entrenamientos, aunque es cierto que estamos con una exigencia moderada, por debajo de la normal. Así y todo, Ana justo tuvo una desgracias con un mal movimiento en una defensa y se lesionó el hombro derecho. Estamos atentos a la evolución, consultando médicos y con trabajos diferenciados. Esperamos que no sea un tema quirúrgico, aunque si esa es la solución, tenemos tiempo suficiente.
-¿También Fernanda Pereyra tuvo un inconveniente parecido?
-Sí, ella traía de arrastre un problema en un hombro, pero está entrenando sin complicaciones. En general, estamos muy contentos por cómo están las chicas y por cómo llegaron a la cancha después de tanto tiempo de paréntesis. Esas cuestiones de lesiones son una lástima, pero ya estamos mirando para adelante.
-¿Exactamente hacia dónde va esa mirada hacia adelante?
-Nuestro objetivo es obtener la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. El Preolímpico recién se jugará en junio del año que viene, en San Juan. Tenemos mucho tiempo todavía.
-De competencia previa, ¿por ahora no hay confirmaciones?
-Todavía nada. Ni siquiera los Sudamericanos, que siempre son antes, normalmente en febrero o marzo. Y me imagino que el World Tour tendrá etapas el año que viene, aunque todavía no tenemos absolutamente ninguna confirmación al respecto.
-¿Qué tan complicado es trabajar de esa manera, sin un objetivo claro a corto plazo?
-Es complicado. Pero más allá de eso, luego de tanto tiempo parados, el solo hecho de volver a entrenar es algo hermoso. Nunca habíamos estado tanto tiempo inactivos. Es difícil. No tanto ahora, pero seguramente con el paso del tiempo, la falta de competencia, el no tener algo a la vista para preparar más cerca en el tiempo, generará frustración o escasa motivación. Tenemos que estar preparados para poder afrontarlo de la mejor manera.
-¿Lo bueno es que para todos es lo mismo?
-Más o menos. En Europa ya empezaron los etapas de algunos Ciruitos Nacionales, sin público en las tribunas. Y se van organizar etapas del World Tour de una y dos estrellas, en Europa. Ojalá tengamos competencia local o regional para no perder tanto terreno.
-Obviamente no es lo mismo entrenar con todo el equipo que con solamente una parte. ¿Cómo se organizan?
-Acá estamos con Pereyra y Peralta a pleno y Gallay por ahora solo con físico. Y la nueva incorporación del cuerpo técnico, Facundo Del Coto, es mi asistente pero también cumple una función vital como sparring. Estamos muy bien en ese aspecto. Churín, en La Plata, y Zonta, en Santa Fe, entrenan por su cuenta, con nuestro seguimiento permamente. Obvio que no es lo ideal, pero en estos momentos de pandemia, es lo mejor a lo que podemos aspirar.